Edwin Markham

"Burlado" por Edwin Markam

Dibujó un círculo para afuera dejarme-
Hereje, rebelde, así de mi mofarse.
Pero el Amor y yo con ingenio ganamos:
dibujamos un círculo y lo atrapamos!

lunes, 23 de diciembre de 2013

¡Navidad con mi familia!

Mis papás con Aaron.
 Luces navideñas.
 Isaac y Jonathán.
Pasatiempo de navidad - trenes...

domingo, 15 de diciembre de 2013

¡Navidad con mi familia!

 Isaac y Aaron el día del concierto del colegio de Isaac.  Él toca el violín en la orquesta.
 ¡Mariposas!
 ¡Orquideas!
¡Feliz cumpleaños, Evan!  ¡Qué ricos los tamales!

martes, 10 de diciembre de 2013

Dignidad

Al pensar en la vida de Nelson Mandela y celebrar el legado que nos ha dejado, les comparto estos pensamientos sobre la dignidad que son parte del Curso de Retoños en las Ruinas, esperanza en el trauma.

 Diez elementos esenciales para la dignidad

 Aceptación de la identidad: Lo primero que se tiene que hacer si se quiere honrar la dignidad de otros es aceptar que no son ni inferiores ni superiores a uno mismo. Con el simple hecho de ser humanos, todos tenemos el mismo valor inherente y la misma vulnerabilidad humana. Todos deberán sentirse libres de expresar su ser auténtico sin el temor de ser juzgados negativamente. Cuando se tenga una interacción con otro, se debe comenzar con la orientación de que, no importando quién es o cuál es su raza, religión, género, clase u orientación sexual, es nuestra obligación humana el aceptar a cada persona de igual a igual y por lo tanto no dañarles.

 Reconocimiento: A las personas les gusta sentir que importan. El reconocimiento puede ser tan sencillo como sonreírle a los demás al pasar o reconocerles formalmente por algo que han hecho y por lo cual se merecen el crédito. Es especialmente importante reconocer el impacto de las acciones de uno en otro cuando uno ha violado la dignidad, en vez de tratar de ignorar el daño que uno ha hecho, descontar o desvalorar al otro.

Sensibilidad: Todos queremos ser vistos y escuchados. Cuando tratamos a las personas con sensibilidad, sin ignorarlas y respondiendo a sus preocupaciones o necesidades, respetamos su dignidad.

 Inclusión: A nadie le gusta sentirse dejado afuera o que no pertenecen. Cuando somos incluidos, nos sentimos bien acerca de quiénes somos. Cuando se nos excluye de aquellas cosas que nos importan, sentimos una reacción inmediata de auto-duda. ¿Qué tengo o no tengo yo que no me incluyeron? Esta es una afronta a nuestra dignidad en todos los niveles de la interacción humana desde lo político (cuando un grupo minoritario se siente excluido de un proceso político de la mayoría) hasta lo interpersonal (cuando no se nos incluye en el proceso de decisiones que nos afectan directamente.)

Seguridad: Hay dos tipos de seguridad que son importantes para la dignidad: física y psicológica. Amenazas físicas no necesitan ninguna explicación pero las amenazas psicológicas con más complicadas. El honrar la seguridad sicológica significa no avergonzar, no causar ignominia, no humillar, disminuir o criticar en forma que hiere, especialmente pero no exclusivamente, en público.

 Tratar a todos por igual: Todos reaccionamos cuando se nos trata de forma diferente o menos que otros. Reaccionamos también hacia la persona que recibe un "trato especial" ya sea positivo o negativo. Si queremos honrar la dignidad de otros, necesitamos estar seguros de que estamos honrando los acuerdos y pactos de equidad - implícitos y explícitos - cuando interactuamos.

 Libertad: Una violación principal de la dignidad ocurre cuando tratamos de restringir a las personas y controlar sus vidas. La honra de este elemento llega cuando las personas se sienten libres de la dominación y pueden experimentar esperanza y un futuro lleno de un sentido de la posibilidad.

 Comprensión: No hay nada más frustrante que sentirse malentendido, especialmente cuando uno está en conflicto con otros. El extender la dignidad significa que uno le da a otros la posibilidad de explicarse, escuchándoles activamente con el único propósito de entender sus perspectivas.

 Beneficio de la duda: El tratar a las personas como si fueran dignos de confianza - dándoles el beneficio de la duda que están actuando con buenas intenciones - es honrar su dignidad. Esto es especialmente importante, paradójicamente, cuando las personas están en conflicto los unos con los otros y el ciclo de la falta de confianza es difícil de romper. El tratar a otros como si fueran dignos de confianza, aunque sea difícil, a veces interrumpe las expectativas negativas creando así oportunidades para un cambio en la relación.

 Corrigiendo el mal: Cuando violamos la dignidad de otro, es importante tomar responsabilidad de nuestras acciones y pedir disculpas por el daño que hemos causado. Es una forma en que recuperamos nuestra propia dignidad además de reconocer el mal ante la persona afectada.

 Autora: Donna Hicks Weatherhead Center for Intern