Edwin Markham

"Burlado" por Edwin Markam

Dibujó un círculo para afuera dejarme-
Hereje, rebelde, así de mi mofarse.
Pero el Amor y yo con ingenio ganamos:
dibujamos un círculo y lo atrapamos!

domingo, 11 de agosto de 2013

Manos vacías

Manos Vacías

Cuando las personas se acercan los unos a los otros con sus manos llenas de regalos para dar ni siquiera pueden tomarse de las manos o abrazarse  en saludo. Mucho menos pueden intercambiar sus regalos mientras sus manos están llenas.  Primero, tendrán que dejar a un lado estos regalos para saludarse con las manos vacías.

Dada nuestra lucha constante contra la tentación de crear una actitud de gratitud y así conseguir una influencia sobre otros con nuestros regalos, ¿hay mejor lugar que el altar al pie de la cruz para poner nuestros regalos al acercarnos los unos a los otros?  Una vez que hemos traído nuestros regalos hasta ese altar y las hemos dejado como una genuina ofrenda de gratitud, podemos darle la espalda a los obsequios, y por ese momento, nuestras manos están vacías.

Ahora estamos libres para saludarnos como hermanos y hermanas en Cristo, para abrazarnos para caminar y trabajar juntos en testimonio y servicio, para reír y llorar juntos en el gozo y en las penas experimentadas en la solidaridad.  Después, podemos tomar de ese mismo altar cada uno de acuerdo a su necesidad.  El altar habrá purificado el regalo de cualquier trozo de manipulación y hambre por el control  Cada hermana y cada hermano se convierte en un dador y en un receptor después de que se han encontrado y se han abrasado con las manos vacías.


Por. Frederick R. Wilson
Del Consejo Mundial de Iglesias

Ginebra, Suiza, 1982

domingo, 4 de agosto de 2013

No te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti