Esta semana tuvimos el privilegio de hacer el bosque de los desafíos en el Centro Shalom con el séptimo básico del Colegio Cristiano de Curicó. Era un grupo diverso con un alumno en silla de ruedas, otro con síndrome de Aspergers y otros hiperactivos (pero sin sus medicamentos ya que iban a campamento.) ¡Era un grupo hermoso, inteligente, alegre y capaz! Nuestro desafío más grande fue ayudar a las madres a no controlar y anular a sus hijos - ¡no los dejaba ser!
Pero quiero darle las gracias en particular a Mauricio quien fue nuestro primer participante en silla de ruedas. ¡Nunca nos olvidaremos de las lecciones que Mauricio nos enseñó sobre la resiliencia, el bueno humor y el uso de la inteligencia a favor de otros!
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