En la búsqueda de estar atento
Nuestra falta de atención… tiene una forma insidiosa de
desconectarnos del presente y de nuestras relaciones.
El ser atento significa simplemente estar
más conscientes de nuestras vidas. Lo
que me pido a mí mismo y a mis clientes es que sencillamente practiquen el
prestar más atención a nuestras vidas – esto es estar más atentos. En su libro “Viviendo plena catástrofe”, Jon
Kabat-Zinn escribe, “Estar atento es básicamente una forma particular de
prestar atención. Es una forma de
mirarse profundamente a uno mismo con un espíritu pleno de auto-indagación y
auto-entendimiento.”
Creo que nuestra falta de atención puede
ser uno de los mayores temas que enfrentamos, ya que tiene una forma insidiosa
de desconectarnos del presente y de nuestras relaciones. Y en muchos casos crear una negligencia hace
las cosas y personas más importantes de nuestras vidas – Dios, conyugue, hijos
y amigos.
Por lo tanto, cuanto hablo de estar atento, estoy
hablando de esa auto-consciencia que permite que alguien esté verdaderamente
presente y comprometido en el momento. Crea un ambiente que promueve la
sabiduría y el discernimiento. Y
finalmente, lleva a una acción sana en vez de simplemente reaccionar a algo.
Por lo tanto, veamos unas prácticas sencillas
con las cuales puede experimentar durante el siguiente mes:
Primero, baje las revoluciones y respire. Es interesante notar que la palabra
“ansiedad” tiene algunas de sus raíces en la palabra Latina “angere,” que conlleva
el significado de “ahorcar” o “cerrar/encerrer.” Por lo tanto, una de las cosas que necesitamos
recordarnos cuando estamos ansiosos es simplemente respirar.
Segundo, practique estar presente. Tendrá que hacer un esfuerzo consciente todos
los días para estar presente en su vida y en las vidas de otros. Eso puede sonar vago y complicado, pero en
realidad solamente necesita esfuerzo y práctica. Aquí hay dos sugerencias sencillas:
1. Escuche. Cada vez
que alguien está hablando, concéntrese en escuchar, en vez de formular lo que
usted va a responder.
2. Sea paciente. La
ansiedad suele surgir cuando no somos pacientes y estamos tratando de vivir
hacia el futuro.
Tercero, practique ser curioso.
Esto también toma un esfuerzo consiente todos los días. Muchas veces asumimos mucho de lo que creemos
que el otro está diciendo o pensando.
Con el tiempo, perdemos la curiosidad por esta persona quien en un
momento de nuestras vidas era un misterio.
Cuando la curiosidad se va de nuestras relaciones, éstas se secan y se
estancan. Dos sugerencias para movilizar
la curiosidad:
1. Haga preguntas de curiosidad. Preguntas como “¿Cuéntame lo que
experimentaste esta semana en el trabajo que te dio vida? “¿Dónde te sentiste más conectado con Dios
hoy? ¿Dónde te sentiste más distante de Dios hoy?” “ Qué es algo por el cual has sentido mucha
pasión este año y cómo puedo yo apoyarte mejor en esa pasión?”
2. Propóngase la regla que cuando sale con alguien, va a ser
curioso. A veces pasamos mucho tiempo
chismeando de amigos, vecinos o familia o hablamos de la iglesia, el trabajo o
la familia. Sea curioso y busque nuevos
temas de conversación.
Conforme nota estás cosas, será conmovido a
acciones que llevan a cambios positives.
Practique estas cosas por el siguiente mes, y creo que Dios le guiará un
una nueva etapa de conexión y crecimiento.
Reducido
y traducido de un artículo de Rhett Smith, “Relevent magazine,” junio 2013
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