Edwin Markham

"Burlado" por Edwin Markam

Dibujó un círculo para afuera dejarme-
Hereje, rebelde, así de mi mofarse.
Pero el Amor y yo con ingenio ganamos:
dibujamos un círculo y lo atrapamos!

miércoles, 27 de agosto de 2014

Biblioteca en el bolsillo

La biblioteca en el bolsillo

Salmo 119:9-12,105  
Verso 9: “¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia? ¡Viviendo de acuerdo con tu palabra!“
 

(Antes de comenzar y sin que vean los niños, se debe guardar una Biblia pequeña en el bolsillo.)
      En un tiempo lejano, cuando aún se cruzaba el mar en pequeños barcos veleros,  habían cuatro viajeros quienes estaban empacando sus equipajes.  Iba a ser un viaje largo pues el barco velero podría tardar varios meses en llegar a su destino.  Además, había poco espacio y cada pasajero tenía un límite en lo que podía llevar abordo.  Tenían que escoger cuidadosamente lo que más necesitarían  en el viaje.
      El primer viajero, buscando asegurar el camino de ida y de vuelta, decidió llevar una brújula, un atlas enorme lleno de mapas, una lista de direcciones, un libro de leyes y una lámpara.
      El segundo, queriendo aprender todo lo posible durante el viaje, decidió llevar un cuaderno para anotar y una enciclopedia de los conocimientos humanos con diez volúmenes y que pesaba tanto que apenas lo logró cargar con la ayuda de un pequeño carro con ruedas.
      El tercer viajero deseaba divertirse.  Llevó un libro de historias, otro de poesía y varias novelas de amor.  Pensó en cargar con su televisor, pero no hallaba como meterlo en el bolso. ¡Ay disculpen!  ¡En ese tiempo no habían televisores todavía!  ¡Pero si los hubieran habido, seguro que este viajero no se hubiera querido apartar de él!
      El último viajero llevaba todo lo que querían los otros y mucho más. ¡Lo increíble es que su equipaje le cupo en el bolsillo!   Llevaba el mejor mapa del mundo, las direcciones más importantes, las leyes de la vida y además, una lámpara que nunca perdería su brillo.    Tenía una biblioteca entera de conocimientos y los datos más importantes que necesitan aprender los seres humanos. Allí  mismo  llevaba historias, poesías y  cuentos de amor con el más sano entretenimiento.  Llevaba lo más esencial para el viaje en un solo bolsillo.  Llevaba la Biblia. (Al decir esto, se saca la Biblia del bolsillo.)
La Biblia no es un libro cualquiera.  Es un libro donde encontramos la Palabra de Dios para los seres humanos.  Aquí podemos leer  como Dios creó a los seres humanos y les dio la libertad de pensar y escoger.  Podemos leer como todos hemos pecado y nos hemos apartado de Dios.  Sin embargo, también podemos aprender que Dios nos sigue amando y que por medio de su hijo Jesucristo, podemos volver a vivir a su lado.

El viaje que hicieron los cuatro personajes en esta historia, se parece a nuestra vida.  Nosotros también nos preparamos para vivir seleccionando las cosas que nos parecen más importantes o necesarios.  En este viaje de la vida, Dios quiere acompañarnos constantemente.  Una de las maneras en que él anda a nuestro lado y nos da luz en camino es por medio de su Palabra, la Biblia

domingo, 24 de agosto de 2014




Bendición

¿Qué es una bendición?  Una bendición es cuando le pedimos a Dios que le dé salud, bienestar y todo lo mejor de la vida a una persona.  Nosotros los cristianos solemos saludarnos diciendo, “que el Señor te bendiga.”  A veces lo repetimos tantas veces que ni siquiera pensamos en lo que estamos diciendo.
Cuando Jacob bendijo a Efraín y Manasés, su dos nietos, le pidió a dios que los protegiera así como le había protegido a él.  Nosotros también podemos bendecir a otras personas pidiendo a Dios que los cuide y que les dé una vida feliz.
¿Cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer al bendecir a una persona?  En primer lugar, podemos tocarles.  Para todos nosotros los seres humanos es importante que nos abracen y nos acaricien para que nos sintamos queridos.  Una vez una niña pequeña le dijo a su mamá que tenía miedo de la oscuridad cuando se acostaba en la noche.  La mamá le dijo que no se preocupara porque Dios siempre estaba con ella.  La niña le contestó, “¡yo sé que Dios está conmigo pero aveces necesito a alguien con la piel puesta!”  Aunque Dios no tiene “la piel puesta” si nos puede llenar de amor por medio los abrazos  y el toque cariñoso de otras personas.
En segundo lugar, podemos usar palabras de aliento para edificar a las personas que nos rodean.  Cuando usamos palabras duras, feas o groseras no estamos bendiciendo sino que hacemos que los demás se sientan mal.  En cambio, cuando usamos palabras que felicitan, animan o elogian hacemos que las personas se sientan bien acerca de ellos mismos. 
Otra cosa que podemos hacer para bendecir a otras personas es orar por ellas.  Podemos pedirle a Dios que les ayude en sus necesidades, así como también le podemos dar gracias a Dios por sus vidas.  Cada vez que nosotros oramos por alguien estamos abriendo la puerta para que Dios pueda tocar su vida en una manera especial.
Todos los adultos deben de bendecir a los niños así como los niños a los adultos.  Lo triste es que hay muchos niños y niñas que crecen sin nunca haber recibido una bendición de partes de sus padres, sus abuelos u otros adultos que tienen a su alrededor.  Todos los niños y las niñas necesitan saber que tienen valor y que son creación especial de Dios.  Así también todos necesitan saber que Dios tiene un futuro especial dibujado para cada persona, y que Dios mandará diferentes personas para acompañarnos y alentarnos por el camino de nuestra vida.
Los niños y las niñas deben recibir bendición en sus familias y en la iglesia. Hoy día vamos a poner en práctica esta enseñanza Bíblica y vamos a bendecir a todos los niños y las niñas que están aquí.  Vamos a pedir que todos los niños pasen adelante y que sus padres pasen con ellos.  Si hay algún niño o niña que está aquí hoy día sin su papá o su mamá, vamos a pedir que otro hermano o hermana de la iglesia pase para darles su bendición.  Los padres van a poner sus manos sobre las cabezas de sus hijos y primero van a decirle algunas palabras de aliento.  Después, van a orar por sus hijos pidiendo que Dios les proteja y que les enseñe el camino que él tiene para sus vidas.  Después de que todos hayan orando, yo voy a terminar con una bendición para todas las familias que están aquí.
Gracias, Señor Jesús, te damos porque tu quieres bendecirnos con tu amor, tu paz y tu esperanza.  Te pedimos que tu protejas a cada integrante de las familias que están aquí representadas y que tu traigas a sus vidas unidad, comprensión y compasión.  Te pedimos que tu les guíes por tu camino para que cada uno llegue a conocerte mejor  y para que tu puedas realizar en cada uno tu plan perfecto para su vida.  Gracias por el gran regalo de poder participar de entregar y recibir  tu bendición.  Amén.


sábado, 5 de julio de 2014


Todo tiene su hora

(Al  comenzar la actividad, se hacer sonar un reloj despertador donde los niños lo puedan ver.)
¡Ya es hora!  Es la hora para el sermón infantil.  Durante todo el día, tenemos diferentes tiempos para hacer diferentes cosas.
¿A qué hora se levantan en la mañana y a qué hora desayunan? ¿A qué hora van a la escuela? ¿A qué hora almuerzan?
¿Cuánto tiempo ven la televisión cada día? ¿Cuánto tiempo lo dedican a estudiar, a jugar o a estar con su familia? ¿A qué hora se bañan y a qué hora se acuestan?
Tenemos muchas cosas diferentes que hacer cada día y en horarios particulares.  Saben ustedes que durante toda nuestras vidas tenemos momentos diferentes y especiales.  Aveces estos momentos se llaman etapas o periodos.   En el texto de hoy, la Biblia nos habla de  estos tiempos o momentos especiales y que cada cosa en la vida tiene su justo lugar.  Hay veces que nosotros como niños nos queremos adelantar al tiempo para algo.  Por ejemplo, a veces queremos que nos dejen hacer algo para lo que no estamos listos.  Un niño pequeño quizá quiera subir una escalera para bajar una pelota del techo, pero como aun es pequeño, puede ser muy peligroso que lo haga.  Otros niños, más grandes, quizá quieran salir solos a comprar, pero sus padres saben que todavía no están listos enfrentar los peligros que puedan haber.  ¿Cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer porque aun estamos pequeños y cuáles son algunas de las cosas que podemos hacer porque ya somos más grandes?
Hay niños que tienen que adelantarse a su etapa por las circunstancias en que viven. Por ejemplo, los niños que tienen que trabajar, que tienen que dejar su familia, o que son refugiados porque ha habido guerra o hambre en su país no han tenido la oportunidad de disfrutar el tiempo de la niñez.
  ¿Alguna vez se han puesto impacientes esperando que algo suceda?  Podemos estar impacientes si nos han prometido llevarnos a la playa pero en dos semanas.  Nos cuesta esperar los hasta que pasen los días para que se cumpla la promesa. 
A veces nos impacientamos o nos enojamos con Dios porque queremos que conteste de inmediato nuestras oraciones.  Cuando oramos, recordemos que hay un momento preciso para todo lo que sucede y que Dios conoce el mejor momento y la mejor manera para contestar nuestras oraciones.  Dios también quiere que aprendamos a vivir con gusto cada una de nuestras etapas.  Aun cuando tengamos tiempos difíciles o tristes, podemos estar seguros que Dios ya está preparando un “momento para reír,“ y para “estar de fiesta.“ 

¡Pidámosle al Señor que nos ayude vivir cada etapa y momento en su tiempo perfecto

viernes, 27 de junio de 2014


Una estrella en la ventana

Una estrella en la ventana

Durante la segunda guerra mundial era costumbre en los Estados Unidos
que una familia que tuviera un hijo sirviendo en el ejercito colocara
una estrella en la ventana frontal de su casa. Cuando esta estrella
era dorada, entonces significaba que este había entregado su vida
por su país.

Hace muchos años caminada un hombre con su hijo por las calles de
Nueva York y al ver las ventanas llenas de estrellas preguntó a su
papá sobre qué era esto, su padre le explicó lo que significaba y
cómo estas familias que habían entregado un hijo por su país colgaban
estas estrellas como un homenaje a sus sacrificios.

Finalmente llegaron a un lote vacío y pudieron observar el cielo
iluminado de aquella noche, podía verse particularmente una
estrella muy brillante en el cielo, el niño al ver este precioso
espectáculo contuvo el aliento y afirmó:
- Mira papá, Dios también debió haber dado también su
hijo, hay una estrella colgada en su ventana.
- Es verdad, hay una estrella en la ventana de Dios, ¿te das
cuenta de lo que hizo Dios por nosotros?, entregó a su hijo por toda
la humanidad.

Cuando veas esta estrella en la ventana de Dios recuerda esto:   "En
esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida
por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por
nuestros hermanos.  1 Juan 3:16 (NVI)" - "Porque tanto amó Dios al
mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en
él no se pierda, sino que tenga vida eterna.  Juan 3:16 (NVI)"