Conversación 24: El modelo Bíblico de Shalom
El modelo Bíblico nos entrega un
cuadro único e innovador dentro de este marco teórico. La palabra Shalom, que viene del hebreo, caracteriza el modelo Bíblico para la
reconciliación y la transformación de las relaciones a todos los niveles. Como hemos dicho anteriormente, esta palabra
es más que la palabra paz; es el deseo de las mejores y más ricas
bendiciones y es el sentido de tranquilidad, armonía, cooperación y bienestar personal, comunitario y estructural.
Pero hay que entender que este no es
un modelo estático, sin cambios ni crecimiento.
Más bien el Shalom es un proceso
que se tiene que analizar por medio de un lente muy especial: el lente de la fe. “La cualidad de la fe significa entonces vivir
según
una realidad que no se ve. Por ello
constatamos que la fe es a menudo antitética con el realismo de este
mundo. La fe hace que lo invisible, lo
deseable pero perpetuado como imposible, aparezca.[. . .] En
el fondo, la fe nos dice que la visión del futuro cambia y altera la lógica de
nuestra vida actual. Tener fe no
significa constatar y cuantificar cómo es el mundo ahora, sino declarar cómo
tendría que ser. La fe proyecta en el
presente la realidad verdadera del mañana (Lederach, Seguir 103-104)."
Esta perspectiva de la realidad es fundamentalmente diferente de la que se
divisa en un marco teórico secular. El
proceso del Shalom, a la luz de la fe, es como un río que baja de las montañas
y va al mar. Tiene un cauce definido y
una meta clara pero está en constante cambio y movimiento. Por medio de la fe
se tiene claro de dónde se viene y el futuro que moldea el presente. El río sale de la montaña de Dios y sin lugar
a dudas llegará al mar del Shalom. Cada
cascada, cada roca, cada curva, cada desviación en el curso está definida por
la meta final. En cambio,
los procesos educativos seculares son
como extraer un vaso de agua del río, analizar y modificar su contenido e
integrarlo de nuevo al torrente con la intención de cambiar el curso del río y
transformar el mar.
El proceso Shalom se realiza en
tres círculos fundamentales donde se necesitan la reconciliación y la transformación. El primer círculo es el de la persona en
quien se busca la sanidad en mente, cuerpo y espíritu. El segundo círculo es el de la comunidad
donde se construye la justicia económica y se trabaja sobre la base de la
transformación de conflictos. El tercer
círculo es el de la tierra o el medio ambiente donde es menester restablecer el
tejido ecológico de la biodiversidad. En
las intersecciones de estos círculos, se
dan instancias o espacios particulares para lograr la reconciliación y la
transformación. Entre la persona y la
comunidad encontramos un llamado a la sencillez y el equilibrio entre las
necesidades del individuo y las de la comunidad. Entre la comunidad y la tierra, surge la
misión de la eco justicia. Entre la
tierra y la persona se encuentra un espacio especial para el retiro y el
crecimiento dentro del programa de campamento y la recreación. Este proceso dinámico gira siempre dentro de
los planes y los designios de Dios a los cuales se integra el Centro Shalom
como una instancia de reconciliación y transformación.
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